Un reciente estudio dirigido por la Universidad de Southampton y publicado por la prestigiosa revista médica “The Lancet”, ha concluido que las personas que continúan teniendo problemas de asma a pesar de recibir tratamiento estándar, experimentan una mejora en su calidad de vida cuando se les enseña ejercicios respiratorios.
Mientras que los medicamentos para el asma pueden proporcionar un control completo de los síntomas para algunos, una reciente encuesta europea sugiere que este no es el caso para la mayoría. Las causas del incremento del asma en el mundo son muchas y complejas, aunque se podrían indicar factores que van más allá de los propios genéticos, como el desarrollo industrial, la alimentación, la contaminación ambiental, la obesidad o el tabaquismo.
Los investigadores encontraron que los beneficios de estos ejercicios, impartidos tanto en formato DVD como por fisioterapeutas respiratorios en tres sesiones cara a cara, mejoraron las puntuaciones de calidad de vida de los pacientes con el asma (más de 12 meses) en comparación con los que recibían la atención habitual, con mejoras comparables a las logradas mediante el aumento de la medicación.
En España el coste anual del paciente asmático asciende en promedio a 1.950€, aunque en pacientes con asma grave este puede llegar a superar los 2.700€, lo que equivale a un 2% de los recursos de la sanidad pública al asma. La mayor parte de los gastos (hasta un 70%) se destinan al asma no controlada, que afecta a entre el 60% y el 70% de los asmáticos.
Se calcula que aproximadamente más de tres millones de adultos y más de medio millón de niños hasta los 14 años que padecen asma no están debidamente controlados. “Está claro que existen ciertos aspectos de los estilos de vida de la población, como el tabaquismo o residir en áreas con alta contaminación, que están incidiendo en el continuo aumento de casos”, explica el Dr. Joan Serra Batlles, neumólogo y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Aunque ya existían evidencias, este nuevo estudio proporciona valiosas pruebas para demostrar que los ejercicios respiratorios no sólo pueden ser de ayuda para las personas con asma, sino que también pueden suponer un ahorro significativo para el sistema de salud, mejorar la calidad de vida de los pacientes y ayudar aquellos que tienen preocupaciones acerca de tomar medicamentos a largo plazo.