Aunque por fin parece que dejamos atrás la época de las bronquiolitis, las olas de frío que estamos padeciendo aún estiran la temporada de esta enfermedad. ¿Deberíamos ir a urgencias? ¿Cuáles son los riesgos para el niño? ¿Es efectiva la fisioterapia? Dedicamos el post de hoy a la bronquiolitis, una infección respiratoria que afecta a un tercio de los niños menores de dos años.
Como cada año entre octubre y febrero, el virus de la bronquiolitis se propaga en los pulmones de los bebés. Casi un tercio de los bebés menores de 2 años se verían afectados cada año.
En más del 70% de los casos, esta pequeña enfermedad bronquial se debe a un virus altamente contagioso, el virus respiratorio sincicial. Presente en la saliva, este virus se transmite a través de estornudos y tos. y  puede sobrevivir 30 minutos en las manos y 6 a 7 horas en ropa de cama, juguetes, tetinas, peluches…

En la mayoría de los casos, el niño sana espontáneamente.
La bronquiolitis comienza de la misma manera que la rinofaringitis. Durante aproximadamente dos días, el niño tiene la nariz tapada o goteando y una tos seca. La bronquiolitis se distingue entonces de la rinofaringitis por la aparición de signos pulmonares: la tos se vuelve más frecuente y la respiración puede volverse ruidosa, desordenada. Ante la dificultad respirar se complica la ingesta de alimentos y el sueño. Esto puede ir acompañado de fiebre. Si se presentan estos signos, una visita a un médico de familia o pediatra proporcionará diagnóstico y tratamiento para aliviar los síntomas. En la mayoría de los casos, desaparecen espontáneamente en un plazo de cinco a diez días.  La tos residual puede persistir durante 15 días.
En la práctica, la hospitalización rara vez es necesaria. Sin embargo, es necesario en algunos casos muy específicos: cuando el niño es menor de seis semanas de edad, ya tiene una enfermedad cardiaca o respiratoria identificada, o si el niño es un bebé prematuro anterior menor de tres meses de edad.
Otras señales de advertencia para plantarnos que es tiempo de acudir a Urgencias es si el bebe se fatiga mucho con las tomas y apenas come, tiene vómitos continuos, respira peor, cada vez más deprisa y se le hunde el pecho o se marcan mucho las costillas.
En los más pequeños hay que fijarse si tiene pausas respiratorias (apneas), si está pálido, sudoroso y el color de labios y/o la yemas de los dedos es amoratado, si se se encuentra muy adormilado.

Los antibióticos son ineficaces
La bronquiolitis es causada por un virus. Los antibióticos, que atacan a las bacterias, son por lo tanto ineficaces contra la bronquiolitis.
Par aliviar los síntomas, se denben realizar continuos lavados nasales con solución salina especialmente antes de comer o beber.
Las comidas deben dividirse en comidas más pequeñas y más frecuentes. También se debe tener cuidado de darle agua regular para evitar la deshidratación y acostarlo en una posición ligeramente inclinada (la cabeza más alta que los pies) sin cubrirlo demasiado. Por último, la ventilación de la habitación y la eliminación total del tabaquismo pasivo son esenciales.

¿Cuándo podemos ayudar los fisios respiratorios?
Se recomienda acudir a consulta con la primera aparición de los síntomas para evitar que la enfermedad vaya a más pero está contraindicado realizar la terapia si existe fiebre de más de 38°, pitos en el pecho o broncoespasmos.
El primer paso es la auscultación y la valoración del estado. A grandes líneas el tratamiento aplicado por el fisioterapeuta respiratorio consiste en realizar unas presiones sobre el tórax del niño acompañándole en su respiración. Lo que buscamos es despegar y movilizar el moco, ayudando a expulsar las secreciones.
Son  muchos los beneficios de la fisioterapia respiratoria infantil. Entre otros beneficios, la fisioterapia reduce la toma de medicación, disminuye el número de recaídas y hospitalizaciones, ayuda a acortar la enfermedad y mejora el sueño y descanso del bebé (y de toda la familia).
Las técnicas de fisioterapia respiratoria no sustituyen otros tratamientos médicos, pero aumentan su efectividad. Son indoloras, no invasivas, efectivas y con rápidos resultados inmediatos.